lunes, 21 de septiembre de 2009

Pekín día 4. El Palacio de Verano y la zona de Sanlitun














Es domingo, el cielo está cubierto y por tanto la ciudad está envuelta en una bruma blanca.
El Palacio de Verano está en el noroeste de la ciudad, muy alejado del centro y optamos por ir en taxi, además no hay cerca ninguna estación de metro y con los autobuses no nos atrevemos.
Era el palacio de descanso de la corte imperial y desde luego es una zona muy agradable, a pesar del bochorno del día y de los cien o doscientosmil visitantes chinos que aprovechan el domingo para visitarlo, acompañándonos a apenas unos cientos de extranjeros.
Es un parque con un gran lago, con algunos pabellones diseminados que se concentran sobretodo en la zona norte. En uno de los pabellones asistimos a una actuación de música tradicional, que estaban representando un grupo de personas en la cincuentena con total aspecto amateur. En Chengdé por la noche nos paso algo parecido, la gente se reúne y canta y baila su música.
A través de un puente con el característico estilo llegamos a la Isla del Lago Sur, para tomar un barquito que imita a las antiguas naves imperiales para que nos llevar al desembarcadero de la zona norte, justo al lado de un barco de mármol que mando construir la emperatriz Cixi. La tal Cixi fue un personaje tan peculiar que os facilito el enlace a una página de la wikipedia en castellano, con retrato incluido (es un retrato que se ve mucho allí) http://es.wikipedia.org/wiki/Cixi

Las fotos son bajadas de internet (en Google maps hay cientos de fotos de Pekin), la razón es muy simple, nos dejamos la cámara en el taxi de vuelta.
Visita a los pabellones, empinados, hay que trabajárselo. Nos siguen encantando las terminaciones de los tejados. Paseo por El Gran Corredor (Chang Lang), un pasillo cubierto lleno de pinturas, y de vuelta a casa.
A la tarde fuimos a Sanlitun. Sanlitun es en el norte la zona de las embajadas y en el sur una zona comercial, el Village, que me recordó el centro Sony de Berlin. Quizás hayais observado que cuando ubico los lugares hablo de norte, sur, etc. La razón es que todo es tan grande, y tan plano, que no hya mejor manera de localizar. En los alrededores muchos bares y restaurantes, bares de karaoke y con bailarinas y algún bailarín, masajes de pies y manicuras (dicen que hay que darse un masaje de pies pero su duración, una hora, nos disuadió). Además del Village esta Yashou, un edificio-mercado al que no pudimos entrar porque llegamos tarde, pero al que volvimos al día siguiente llevados por la necesidad.
En la entrada del día 15 comento mi opinión sobre las compras en Pekín, que ya adelanto que no es muy halagüeña.
Cena en una terraza y a casa. En esa zona la presencia de extranjeros es muy alta, sobretodo en el mercado, pero los chinos siguen siendo los clientes principales.

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