miércoles, 27 de enero de 2010

Restaurante La Vinoteka, en Irun


Es un restaurante pequeño y bien decorado, que comparte espacio con el bar, lo que puede hacerlo ruidoso en ocasiones.
Buena atención para los celiacos, saben lo que hacen, pero hay que avisar o no tienen pan.
Buena cocina, sin alardes de estravagancia pero bien elaborada. Buen servicio, atento.
Una ensalada de crabaroca compartida (lo compartido lo sacan en dos platos, con un ligero sobrecoste), rodaballo y un carpaccio, flan de café y souflé de chocolate, copa de vino blanco y agua con gas 50.30 euros. Tiene un apreciable menú del día por 15 euros más IVA
Recomendable.

Podéis enlazarlo en http://www.lavinoteka.net/ que da mucha información tanto sobre el restaurante como sobre el entorno, y reservar en el 943627332

viernes, 22 de enero de 2010

Marrakech 4. La ciudad moderna







La ciudad moderna tiene un interés relativo. Quizás para comprobar el estado de pujanza del país. No se diferencia en sus calles y establecimientos de otras calles, salvo por lo caótico de la circulación. Siempre valdrá la pena sentarse en alguna terraza y ver pasar la vida.
Por supuesto está Zara, con los mismos precios que en España.
La avenida de Mohamed V es la arteria comercial principal, mientras que la de Mohamed VI es más oficial. En ella está el Ayuntamiento, el Teatro, la estación de ferrocarril, el palacio de congresos, etc.

martes, 19 de enero de 2010

Marrakech 3. De tumbas, palacios y jardines.
















La Medina es la ciudad antigua, y está rodeada por una muralla muy cuidada, con el característico color rojizo de muchas construcciones. Todos los destinos turísticos menos La Menara están dentro de la Medina, empezando por la Koutoubia y la plaza Jemaa el Fna.
Vale la pena visitar las tumbas saadies, lugar de enterramiento de Ahmed el Manssur y sus sucesores de la dinastía saadí. Es un recinto pequeño, con 3 salas con artesonados muy conservados, con un buen número de tumbas y el que la joya es la sala donde está enterrado el Manssur, en muy buen estado y realmente bonita. El problema es que se entra en fila, solo la pueden ver dos personas a la vez, y se hacen colas. Para ir a las tumbas se puede entrar por la puerta Bab Agnaoum de granito azul, justo enfrente de la residencia real (no confundir con el palacio real).
Desde allí se puede ir a visitar el palacio El Badi o Badia, sin desanimarse porque las guías digan que está en ruinas. Realmente está muy deteriorado pero tiene cosas muy interesantes. El palacio se organiza alrededor de un enorme patio central, con un estanque que solo se llena con ocasión de un festival de arte popular que se celebra anualmente. Aunque dicen que está inspirado en La Alambra no le encontramos semejanza. Son espectaculares los cubos de adobe y ladrillo que dominan el patio. Curiosas las habitaciones de los huéspedes e inquietantes las habitaciones subterráneas del anexo al palacio, que se recorren (allí se rodaron algunas escenas de Indiana Jones). En una sala se guarda el antiguo Mimbar de la Koutoubia. El mimbar de las mezquitas es una especie de escalera-púlpito desde el que el imán se dirige a los fieles. Este fue construido en Córdoba en 1173, se retiró de la mezquita en 1962 para restaurarlo y ya no ha vuelto. Cuentan que disponía de un mecanismo muy silencioso, que lo hacía aparecer ante los fieles, de manera tan sorprendente que algunos veían en ello un milagro. Realmente es un trabajo delicadísimo que vale la pena visitar. Atención, para visitarlo hay que comprar en la entrada el ticket que da acceso al palacio y a esta sala, porque si compras el sencillo para el palacio no podrás acceder a la sala.
De allí a tomar algo a la “Place des Ferblentiers” mientra oimos el repiqueteo de los martillos de los hojalateros que trabajan en ella y el paloteo de las decenas de cigueñas que anidan en los muros del palacio Badí.
Y desde allí al palacio Bahia, de mediados del XIX, con dos patios relajantes y algunas salas en las que destacan las pinturas de los techos y de las puertas y ventanas, un festival de colores para tentar a los fotógrafos amateurs. Cuando estuvimos había una muestra de artistas marroquíes.
Fuera de la Medina, como a dos kilómetros y medio o tres desde la Koutoubia, todo recto por la Avda de La Menara y dejando a la derecha el barrio de los hoteles, se llega a los jardines de La Menara. El interés de estos jardines radica fundamentalmente en el estanque y el pabellón, que son la foto emblemática de Marrakech (de hecho, yo creía que ese estanque estaba en el interior del famoso hotel La Mamunia), ya que el resto es un sencillo olivar como se puede ver en la foto de Googlemap. Vale la pena darse un paseo. Por cierto, si se coge el bus turístico (130 dirhan por persona por 24 horas) tiene parada en los jardines.

domingo, 17 de enero de 2010

Marrakech 2. Algunos restaurantes, pero pocos recomendados.







No hemos encontrado buen servicio en Marrakech, en general. Aunque en algunos, pocos, locales hemos visto una clara orientación al cliente, en la mayoría se aprecia esa manera de tratarlo que tan bien conocemos en España del principio del boom turístico, donde parece que te hacen un favor al atenderte.
Los celiacos no van a tener facilidades, aunque he encontrado unas galletas sin gluten españolas en una tienda de dietética. No conocen la enfermedad celiaca, y si hablas de harina de trigo corres el riesgo de que valoren que las magdalenas con chocolate no la llevan (supongo que porque ya es magdalena y no harina) Mejor ir a lo seguro. El tajiné no parece llevar, yo lo comí.
En el barrio del Hivernage, donde están los hoteles más conocidos (menos La Mamunia, que aunque está cerca ya está dentro de la Medina) comimos y cenamos aceptablemente en el Extrablatt. http://www.extrablatt-marrakech.com/ Un café-restaurante moderno y muy correctamente atendido, con conexión Wi-Fi si hace falta. Tagliatelle al pesto, brocheta de pescado, creme brulée, coca cola y te a la menta 205 dirhams, menos de 20 euros.
En la plaza Jemaa el Fna Les Terrasses de l’Alambra, recomendado y conocido, con muy mal servicio. Sin embargo el café y la terraza de la calle está muy bien.
En el famoso Café de France, que no ha mejorado nada en 50 años, un tajine muy rico y un servicio de camareros de toda la vida.
El italiano Aqua tiene una buena terraza, un servicio voluntarioso y una cocina justita. Tienen la mala sombra de anunciar una plato de pasta para celiacos que en realidad no existe, con lo que provocan una cierta frustración.
Tanto les Terrasses como el Café de la France o el Aqua tienen unos precios muy asequibles.
Una noche cenamos en el Kosybar, http://es.espace-maroc.com/bienvenido-kosybar-marrakech-medina-35,245,11,1.html en la plaza de “les Ferblantiers”, donde ya habíamos tomado unos tés por la mañana en la terraza. Servicio correcto y buena cocina y un lugar muy agradable. Un nigiri (como shusi), un pescado con verduras muy bueno, fondant de chocolate bien hecho, milhojas de caramelo, agua y copa de vino fueron 490 dirhans (45 euros)

jueves, 14 de enero de 2010

Marrakech 1. La Koutoubia, la plaza Jemaa el Fna y el bus turístico







Con 12 horas de retraso sobre el horario previsto, gentileza de Royal Air Maroc en vuelo compartido con Iberia, y tras el tedioso paso por la aduana a tempranas horas de la madrugada, hemos llegado a Marrakech a las 5 de la mañana, así que hoy no se nos puede pedir mucho.
Cambio de divisas en el aeropuerto, no hemos visto diferencias entre el aeropuerto y la ciudad. Cambian un euro por 11 dirhams.
Los taxis se negocian siempre, no llevan taxímetro. Son relativamente baratos, pero solo relativamente.
Hemos salido a la calle a las 11, paseo hasta la Koutoubia, que se ve desde el hotel El Andalous donde estamos alojados. Al ver el bus turístico no lo hemos pensado dos veces, paseito sentados y descubierta de la ciudad. Así que nos hemos subido y nos ha hecho la visita panorámica. La impresión que nos ha dado es que prácticamente todo lo turístico gira alrededor de la plaza Jemaa el Fna y la Koutubia, salvo los jardines de Menara. Entre este paseo y la guía (Marraquech en dos días de El Pais) nos hemos podido hacer una idea de lo que tenemos que visitar.
Comida en el Extrablatt ( lo reseñamos en restaurantes), descanso y paseo hasta la plaza.
La Koutoubia http://es.wikipedia.org/wiki/Mezquita_Kutubia es bonita, muy parecida a la Giralda http://es.wikipedia.org/wiki/La_Giralda (son dos de la 3 torres almohades famosas, la tercera es la de Hassan http://es.wikipedia.org/wiki/Torre_Hasan en Rabat) pero a mi me parece menos grandiosa. De muros de piedra en lugar de ladrillo, preside prácticamente la ciudad y la plaza de Jemaa el Fna, donde llegan con toda claridad las llamadas a la oración (grabadas, se puede oir en el enlace de la wiki) que difunde según la liturgia islámica.
La plaza, http://es.wikipedia.org/wiki/Plaza_de_Yamaa_el_Fna como yo tenía un recuerdo idealizado de ella, ha sido una decepción relativa, que afortunadamente cambió en la siguiente visita que le hicimos. Yo la recordaba llena de gentes, vendedores de todo tipo, los pintorescos aguadores, los cuantacuentos, encantadores de serpientes, sacamuelas que exponían en una mesa los “frutos” de su trabajo, etc. Ahora, a la noche, seguían los aguadores y los cuentacuentos, que como los cuentan en árabe no logran engancharte, pero prácticamente había desaparecido todo lo demás. Supuse que en estos años los habitantes de Marrakech habían decidido que mejor ir al odontologo que al sacamuelas, por muy pintoresco que fuera para los turistas, y que las cobras habían pasado a mejor vida gracias a las buenas intenciones de algún defensor de los animales (también podía ser por otras razones, estamos en Enero y las serpientes son de sangre fría). Así que la plaza se me había quedado como un enorme comedor al aire libre, con unos chiringuitosque montan cada día al atardecer para desmontarlos a media noche, alineados en el centro y rodeados de vendedores de zumos o de frutos secos (el quilo de dátiles baratos a 80 dirhams, unos 7 euros), algunos bereberes vendiendo especias y aceites y productos para la belleza, que muelen allí mismo en las proporciones que le pides, y poca cosa más. Afortunadamente en la segunda visita, ya por el día, los encantadores de serpientes estaban allí, y los sacamuelas con su mesa ocupada por una montañita de dientes y muelas y algunos ejemplares de dentaduras postizas para probarse y llevarse si encajaban bien. La plaza sigue siendo lo que era, y justifica su fama.

viernes, 8 de enero de 2010

Restaurante Vino Mio, en Málaga




Este es otro de los restaurante de Málaga que queremos comentar, porque es un local muy activo como puede verse ojeando su web
Muy céntrico, a unos 100 metros de la plaza de la Merced, en la calle Alamos 11, tfno 952609093.
Los días que hay actuación está lleno, y se acaba tomando alguna ración en la barra o en unas cubas-mesa, pero es incómodo. Además si no estás muy cerca no hay manera de oir la actuación y solo se oye el ruido ambiente con algún acorde de fondo.
Con los celiacos se apañan como pueden. El servicio amable, pero no particularmente profesional. La cocina normalita.
Copa de vino blanco, agua Perrier, carpaccio, wok Bangkok y sueño de chocolate 31.25.
Vale la pena si apetece una actuación, o cuando no hay actuaciones.

martes, 5 de enero de 2010

El balneario del Carmen, en Málaga


Este “balneario” es un lugar muy curioso. A la orilla del mar en la salida este de Málaga, al final de la playa de La Malagueta.
Fue un antigua balneario, en aquellos años en que las casetas para cambiarse ocupaban las playas y los bañadores podían llegar hasta las rodillas, destinado a la clase alta de Málaga, tal y como informa el artículo de Wikipedia.
Hoy está muy abandonado (las dos pistas de tenis que señala Wikipedia ya no están o no las supimos encontrar) pero mantiene un cierto encanto por el recuerdo de tiempos mejores. El edificio central es en bar restaurante, con una gran terraza al mar techada con cañas, y bordeada de columnas neoclásicas que han tenido mejores épocas. Junto a la terraza una pequeña playa de arena oscura.
El restaurante es honesto, buenos productos naturales preparados de manera sencilla. El servicio va a lo suyo y las instalaciones son malas. Si dices que eres celiaco hacen lo que pueden, pero dado su estilo de cocina es muy fácil comer allí.. Pero a pesar de todo es un lugar ideal para visitarlo, sentarse en la terraza y dejar pasar el tiempo. Volveremos sin duda.
Un (enorme) calamar ala plancha 12 euros, un solomillo 12 euros, pan cerveza y dos colas 7.60.

lunes, 4 de enero de 2010

Restaurante Citron en Malaga


Bonito, de pocas mesas, con cocina moderna muy bien llevada a cabo y servicio atento y amable. Cocina continua desde las 13.30 a las 00.30 de lunes a domingo.

Y además entienden a los celiacos, nos tienen unos postres inesperados.

Y está en la plaza de la Merced, a 20 metros de la Fundación Picasso.

Copa de blanco, agua Perrier, crepe vegetal, confit de pato y una tarta tres chocolates fueron 29,50 euros.

Muy recomendable para todos, pero sobretodo para los celiacos y familiares

La dirección es Plaza de la Merced 10 y el teléfono el 952226399

La web, curiosa, es http://grupocitron.com/