lunes, 26 de abril de 2010

Burdeos. Dos restaurantes y un buen club de jazz



La noche que fuimos al CAT acabamos cenando en el Ice Room, en los hangars. Llovía, en la calle no había nadie pero el Ice Room estaba lleno.
Es un restaurante moderno, amplio, en blanco y negro, fundamentalmente blanco, adjunto a una zona de copas y música con gente guapa. Para los curiosos tiene una Ice Room, una habitación de de hielo donde se entra por tiempos de 15 minutos y donde se puede tomar una copa, por ejemplo un vodak del patrocinador, suficientemente helado.
En el restaurante una cocina muy correcta, con buen servicio. Un plato Ice Room con ahumados, salazones y foie, una marmita de pescado, carpaccio de piña, un agua y dos copas de blanco 56.50 euros.
La noche siguiente pudimos oír una buena actuación en Le Comptoir du Jazz, y cenamos el Le Port de la Lune, el restaurante del Comptoir. Muy agradable, tradicional, tomamos ostras, salmón, mejillones, una tatin y un sorbete, con agua y vino blanco por 47.10 e incluye las dos invitaciones para el concierto. Un sitio muy recomendable aunque la zona por la noche no está frecuentada y los alrededores son algo inhóspitos. Muy recomendable

jueves, 22 de abril de 2010

Burdeos. La Base Sous-Marine, le Cour Mably y el CAT







En este viaje nos dedicamos a verla la exposición Itinéraires des Photographes Voyageurs, como excusa para visitar lugares curiosos de la ciudad. Y los encontramos.
La Base Sous-Marine es, como su nombre indica, una base militar para resguardar los submarinos de los ataques. Su curiosidad está en que es un edificio impresionante, un bunker de enormes dimensiones, donde se refugiaban los submarinos alemanes durante la segunda guerra mundial. Algunos rótulos en las paredes dan fe de su origen. Está formada por una serie de dársenas alineadas en paralelo, donde los submarinos quedaban a resguardo. Actualmente es un espacio de exposiciones. Un poco alejada del centro, con un día bueno y el tranvía puede ser una curiosa opción para pasar la mañana.
Le Cour Mably es otro de los espacios de exposición. Como edificio vuelve el estilo imperio y por dentro tiene poca gracia, aunque es un lugar importante para los bordeleses. En la plaza una estatua de un señor que se parece a Goya y que resulta ser Goya. Burdeos no olvida, y reconoce, al pintor español que pasó allí sus últimos años de vida
Como veis de la exposición no decimos nada. En primer lugar ya ha pasado, y en segundo lugar tampoco valía gran cosa.
Finalmente queremos hablar del CAT, le Centre des Arts Traditionnels. A desmano, cerca des hangars, y fácilmente accesible en tranvía. Es un local cutre, un apaño con unos lavabos que no pasarían una inspección mínimamente rigurosa, pero que para una noche en la que haya una actuación que nos pueda parecer interesante puede acercarnos a esos lugares que consideramos muy propios de Francia, y que -mientras estaba allí encontré la palabra- se definen con una palabra, “apañaos”.
La exposición no nos entusiasmo, el CAT nos decepcionó, hizo mal tiempo, pero volveremos a Bordeaux.

domingo, 18 de abril de 2010

Burdeos, una ciudad para visitar y para volver




Conocimos Burdeos (Bordeaux) por casualidad, por hacer noche en un viaje largo, y nos quedamos tan impresionados que desde entonces hemos vuelto dos veces, a un festival de jazz en el 2008 y ahora para pasar unos días de la Semana Santa.
Es una ciudad bonita, por no caer en la cursilería de llamarla bella, en las zonas en las que nos movemos los viajeros.
Imprescindibles:
- La Place de la Bourse. Con los edificios estilo imperio en semicírculo, cerrado por el Garonne. Junto al río jardines y una lámina de agua que invita a caminar sobre las aguas.
- La orilla del río Garonne. Un paseo tranquilo, con una buena perspectiva, y que permite llegar a los que fueron viejos tinglados del puerto (les hangars) y que hoy son una zona de ocio con tiendas de marcas, bares y restaurantes
- La Place de la Comedie es el centro de Bordeaux. El Gran Teatro, las oficinas de Información, y las grandes avenidas que van a confluir a la plaza. Muy cerca la Maison du Vin, para tomar cualquier vino de la zona, y el espacio Quincoces, una plaza grande y destartalada donde confluyen los trasportes públicos.
- La Cathedrale St André y l’Hotel de la Ville, en un conjunto espectacular, muy cerca de la Place de la Comedie. La catedral tiene la belleza de las grandes catedrales góticas, y l’Hotel de la Ville vuelve a ser estilo imperio.
- La zona peatonal se extiende entre la Place de la Comedie y la catedral. Concurrida, muy concurrida y agradable para pasearla, con tiendas originales y una librería espectacular, Mollet, en la calle Vital-Carles 15, que vale la pena visitar aunque no se vaya a comprar nada.
- El tranvía solo tiene dos líneas, pero como pasa por todo el centro puede ser una ayuda muy importante para ir fácilmente de un lado a otro, por ejemplo a les hangars.
Mucha más información encontrareis en http://www.bordeaux-tourisme.com/es/preparer_son_sejour/accueil.html
Ya había muchos españoles, pero animamos a nuestros ocasionales lectores a que la visiten.

jueves, 1 de abril de 2010



Ya hemos hablado del restaurante Tubal y de su atención a los celiacos en otra entrada de este blog.
Hemos repetido la visita y nos hemos encontrado con la agradable sorpresa de una carta específica para celiacos, con una buena cantidad de platos.
Además se ofrecen en medias raciones, de manera que podemos configurar un menú francamente interesante.
Hemos estado comentando la carta con Atxen, la propietaria y alma del Tubal, y con su hijo Nicolás, responsable desde la cocina de la categoría de los platos, y nos han explicado su interés en los celiacos, su voluntad de ofrecer una carta amena para evitarles la típica ensalada y carne a la plancha de los cocineros sin imaginación.
Los precios son acordes con la categoría del restaurante: ensalada de bogavante, alcachofas con hongos, huevo en costra de patata, cigalita en tempura y foie con salsa de Oporto, canelón de piña y copa de leche merengada con almendra, agua y media botella de Gran Feudo blanco. han sido 92 euros.
Absolutamente recomendable para darse un gusto.