domingo, 8 de noviembre de 2009

Pekín día 12. Llegan los amigos y vamos a la opera china
















Esta mañana a la una han llegado nuestros amigos, pero no hemos podido ir a recibirlos al aeropuerto porque teníamos la visita del medico de medicina tradicional china.
Ha sido un poco fiascos. La medicina tradicional china no trata muchos procesos, ya que los remite a la utilización de medicamentos. En cuanto a sus posibilidades diagnosticas supongo que ya no quedan médicos que te toman le pulso durante media hora. Ahora si se tienes parestesias en los dedos de los pies indican radiografía o resonancia de la región lumbar. En cuanto a sus posibilidades terapéuticas se limitan a decocciones o manipulaciones de tipo osteopatía.
Luego ya han llegado los amigos, hemos comido en casa un arroz que he preparado con verduras y unas setas picantes, siesta y a recorrer la ciudad.
Hemos ido al Liuchan Theatre para ver opera tradicional. Ya decía la guía que era turístico, y el teatro no engañaba, esta en el hall de un hotel de precios europeos (tres cervezas y un café con leche 160 yuanes). Al entrar se puede ver el proceso de maquillaje de los actores. Empieza el espectáculo con una pequeña obertura por parte de la orquesta de 7 miembros, se sigue de una pieza de 20 minutos sobre una mujer que va a buscar a su amado y la lleva un barquero, y después la pieza fuerte, aparece Buda y se queja del rey mono, a quien van a buscar para castigarlo 18 guerreros. La siguiente media hora es el rey mono haciendo acrobacias guerreras con los 18 guerreros. Nada del otro mundo. Cualquier acróbata callejero lo hace igual. Además el publico, chino en su gran mayoría, ha seguido el espectáculo con gran formalidad, sin el barullo que debería acompañar una representación teatral según se dice. Total que ha resultado un poco sosito. No lo recomendamos. Y la entrada media nos ha costado 280 yuanes, para que luego nos quejemos de las entradas al Cirque du Soleil.
Mientras esperábamos para entrar en el teatro hemos ido andando por los hutongs de Quianmen y ha resultado una experiencia muy singular. Fue aquí donde me di cuenta de porque no entendía esta ciudad. Hay tiendas de todo en todas partes, pero son para los chinos, que tienen una vida callejera extraordinaria, compran de todo, se masajean, etc. De los hutongs hemos salido a Tianammen, y la hemos contemplado desde una esquina.
Después del teatro taxi a Sanlitun, para conocer el centro comercial, y cena en el Bocata. Y a casa, que los amigos notan el jetlag.

Pekín dia 11. La zona de Liulichang Xijie y Liulichang Donglie. Caligrafia y pintura china.




Ya vamos tomándonos las cosas con mucha más calma, y hoy solo hemos hecho una visita a Liuchang, una calle de galerías y tiendas de caligrafía y pintura tradicionales. Algunas de las tiendas son recomendables, pero difíciles de explicar donde están porque sus tarjetas están en mandarin y sus webs tambien. Como fuimos en metro, bajamos en Hepingmen y bajamos hacia el sur por la calle Narxinjua Xie hasta llegar a Liulichan, que se cruza. La del este es Xijie y hay hemos estado en la primera tienda entrando ala izda de la calle. Es una tienda de material para caligrafía, grabado, pintura, sellos, etc. Los materiales que venden son serios, no como los de los centros comerciales, y son tan baratos o mas. Su web, por si tenéis interés, es www.zgsd.net pero yo no encuentro el botón de traducción al ingles en toda la pagina.
En esa misma calle, mas adelante a la derecha, bajo un rotulo de Cathai bookstore (que no esta ahí, pero si su rotulo) hay una galería con obras muy buenas, que pueden llegar a valer mas de 100.000 euros. Me han gustado dos retratos con unas expresiones muy logradas, pero mi presupuesto no esta para esas alegrías. Hay, mezclados, galerías serias, tiendas que venden obra menor y caligrafías baratas, algunos anticuarios y (supongo por los precios) pseudoanticuarios, etc.
En el lado oeste, Donglie, solo hemos entrado en una, que entregaba su tarjeta como LAI XUN GE, Cathay Bookshop, donde hemos comprado un par de cuadernos para aprendizaje, con unas laminas muy graciosas. De todas formas entrando en Cathay Bookshop Pekin salen resultados interesante en google que lo explican mucho mejor
Así que para comprar caligrafías o cuadros mas serios o el típico material de tinta, tintero, sello y tinta roja, pinceles etc, mucho mejor y mas serio aquí que en otra parte.
Luego nos hemos ido a comer-cenar (eran las 5) a la zona de Sanlitun, al Bocata. Bien, ensaladas y patatas fritas que llevan fama aquí. Sin mas y a precio casi europeo, pero un descanso después de una sesión de compras y visitas.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Pekín día 10. El distrito 786 y el East Shore live jazz











Después de nuestra espectacular llegada a casa en la limusina de nuestras compañeras de cabina, descansamos un poquito y nos fuimos a una visita que nos parecía muy interesante a priori, y que no nos defraudó: el distrito 786.
Se trata de unas antiguas instalaciones industriales, que incluyen incluso la estación de tren restaurada, ocupada exclusivamente por galerias de arte moderno, bares y restaurantes y tiendas a la última. Decenas y decenas de galerías con propuestas de todo tipo, desde revival comunista maoísta o interpretaciones más o menos desenfadas de esa época hasta las propuestas más rompedoras y mejor producidas. Hay que destacar sin duda el UCCA, Ullens Centeer for Contemporary Art, una galería creada por los esposos Ullens para dar cabida a lo mejor del arte chino actual. En el momento en el que la visitamos tenía 4 exposiciones, todas ellas interesantes y de alta calidad formal. Pasamos la mañana, comimos algo (los precios son europeos), nos cansamos de deambular entre piezas artísticas y volvimos a casa a descansar.
A la tarde devolvimos, sin problema, dos reloges que no funcionaban bien. Los relojes hay que comprobarlos antes de volver a España, ya que son de muy mala calidad. Los hay de cuerda (no gira el segundero o no lo hay) y de pila. Se pueden distinguir además porque al girar la corona del de cuerda se nota el paso de los dientes. Y si alguien duda de mi afirmación a propósito de los relojes le sugiero que abra uno para ver el mecanismo.
Del mercado nos fuimos a buscar el teatro de la opera Zhenguici pero esta ba cerrado (la Lonely falla bastante), y como esta cerca echamos un vistazo a la zona de Liulichan, anticuarios y artes graficas, pero todo estaba ya cerrado.
Volvemos al lago Qianhay, cenamos en una terraza, muy agradable.Y a las 10,30 a oir jazz al East Shore live jazz, muy bien, Tiene actuaciones de jueves a domingo, a las 10. No se paga entrada y las bebidas están bien de precio. El grupo muy bueno, El saxo es el dueño del local. Podéis encontrar mas información buscando East Shore LiveJazz Pekin, pero no he encontrado web propia.
Taxi y a casa.

martes, 3 de noviembre de 2009

Pekín día 9. Xian. La hospitalidad china
















Llegamos a Xian a las 9.30. Otra estación atestada y con mil ofertas para ir a visitar los guerreros. Como ya nos las sabemos, salimos y después de tomar un café en un Mc Donals donde la gente toma sus fideos, y de conseguir un plano en pinyin en una agencia de viajes, un taxi nos lleva hasta la excavaciones (están a 50 kilometros, nos cuesta 74 yuanes mas los peajes de ida y vuelta, total 95 yuanes, 9 euros).
La visita está muy bien montada. Tras el aparcamiento están las taquillas. Una vez pasado el acceso se camina por una calle de puestos de recuerdos turísticos y de comidas, y se llega a los 3 edificios que protegen las excavaciones. Somos algunos visitantes extranjeros (expatriados en su lenguaje) y sigue habiendo muchísimos visitantes chinos.
La visita a los guerreros es muy interesante. El edificio que mostramos en las fotografías, la zona 1, es desde luego espectacular. Los otros dos edificios tienen menos importancia arqueológica pero lo compensan con tiendas, fotografías o figuras que explican la importancia de lo hallado. Cualquier prohibición de hacer fotos es puramente anecdótica. Supongo que se refiera a hacer un reportaje profesional porque a los demás nos dejan, con o sin flash. No nos extendemos en los aspectos turísticos, os remitimos a los enlaces de la entrada “Pekín día 1”
A la salida volvimos a Xian en el 306, autobús Estación de Xain-Guerreros, 16 yuanes por los dos. Bajamos antes del final porque hay un mercado de zapatos mutitudinario, con cientos de puestos donde además de vender a particulares deben de proveerse de mercancía los zapateros de media China. Caminamos entre la gente hasta llegar a la muralla, algunas personas hacen ejercicio (siempre, en todos los parques, alguien hace ejercicios).
Comida en un restaurante de “Caldero Caliente”, una cadena que tiene web, http://www.haidilaohuoguo.com/. Eliges un caldo, eliges lo que vas a echar al caldo y comerte una vez hervido, eliges las salsas y te traen un enorme barreño de caldo hirviendo, que se mantiene hirviendo con un hornillo en la mesa, donde introduces lo que vas a comer, lo recuperas y lo aliñas con tus salsas. Como si no vas avisado no entiendes nada, un camarero pasó toda la comida con nosotros enseñándonos y haciendo, la amabilidad es extrema.
Xian es una ciudad con sus encantos propios, además de los guerreros, así que tras la comida dimosun paseo bajo una fina lluvia hasta las torres de la campana y el tambor. No llegamos a la Gran Mezquita por falta de tiempo, así que tomamos un motocarrotaxi pequeño y decrépito que nos llevó infringiendo todas las normas de trafico y de prudencia que existe, y alguna mas, hasta la estación. Fue emocionante, con cruces de lado a lado de las grandes avenidas, pasos por delante de quienes venían en sentido contrario,…40 yuanes por el trayecto (en taxi menos de 20, pero no se veían) y las emociones incluidas en el precio.
A la vuelta, en cabina con 4 literas, entablamos algo parecido a una conversación con las dos mujeres que venían. Eran funcionarias de Educhina, una organización que parece dedicarse a apoyo a la educación. Sin más, nos regalan una marioneta de sombras muy bien preparada, fueron a buscan dos estudiantes con algún conocimiento de inglés que iban con ellas y estuvimos dos horas hablando. (las ceremonias inaugurales de los juegos olímpicos de Barcelona y Pekín son un buen tema de conversación). Cuando les informamos de que teníamos cierto interés en visitar el “hombre de Pekín” rápidamente insistieron en montar un viaje con un traductor para llevarnos a verlo, pero como no les aseguramos que fuéramos a hacer esa excursión insistieron en, al menos, llevarnos a casa en su coche desde la estación. Finalmente nos fuimos todos a dormir. Dormimos bien, pero las literas son duras.Y al llegar a Pekín un Buik enorme y recién salido de fábrica, con detalles de madera de brezo en el salpicadero, asientos de cuero y cualquier otro detalle que pudiera pedírsele, nos estaba esperando y nos llevó por fin a casa.