domingo, 29 de abril de 2012

Día 8 domingo. Bellagio

Lo cierto es que la climatología no ayudó. Hizo sol, pero hacía mucho aire y eso impedía disfrutar de la excursión.



Bellagio y las estribaciones de los Alpes

Una de las calles que unen la calle de arriba con el puerto y el paseo

En realidad los barcos de linea son ´menos románticos. Estos son los de paseos y excursiones
Desde Como se puede ir en autobús, en barquito con paradas en cada pueblo (dos horas) o en barco rápido (media hora). Elegimos la opción del barco rápido. Al zarpar se oyeron algunos gritos, porque realmente sale rápido y las olas cubren las ventanas, pero en cuanto se estabiliza la marcha puedes disfrutar de las vistas del lago y de sus pueblecitos. Sin más, entre ver pueblos e iglesias, 3 o 4 paradas intermedias y algo de lectura, se llega a Bellagio, que es un pueblo pequeño con un paseo al borde del lago, la calle de arriba, la calle de abajo (la del puerto y el lago) y cuatro calles que van de una a otra con una apreciable pendiente. Todo ello lleno de tiendas de artesanía, ropa, algún anticuario, muchos restaurantes y poca cosa más. Tiene dos iglesias, una en cada extremo de la calle de arriba. Y eso es todo. Supongo que si el tiempo es bueno paseas, miras las tiendas, tomas algo en una terraza y pasas unas horas agradables. Pero si el tiempo es malo en una hora ya lo has visto todo, te refugias en el café del hotel Florence, donde disfrutas de su amabilidad y de un capuccino rico con buenas vistas al puerto y esperas a que llegue la hora de volver a Como.


El bar del Florence
 Seguramente no soy muy objetivo, pero así lo viví, a pesar de que mi ánimo era optimista.

A la vuelta todavía nos dieron de comer en el Ristorante Il Caicco, refugiados en un rinconcito al sol, en la agradable plaza Volta. El restaurante es totalmente normal y vulgar, pero el sitio vale la pena para sentarse al sol. Pulpo con patatas, ensalada, bebidas y cafés 38,60. Hay que contar con que los restaurantes cobran el cubierto, que viene a ser de 2 euros por comensal.

La piazza Volta en Como
Y de allí al hotel a recoger las maletas y al tren para Milan. Un tren que llegó más de media hora tarde y un cierto caos en la adjudicación de plazas, pero llegamos a Milan

jueves, 26 de abril de 2012

Día 7 sábado. Como, Villa Olmo y la Osteria L’Angolo del Silenzio

Por la mañana toca descubrir la ciudad. Las previsiones del tiempo dicen que mañana estará mejor y lo dejamos para ir a Bellagio. En la plaza Cavour, el centro de la ciudad, visita al centro de información.



Duomo y Broleto

San Fedele
El Duomo es la catedral de Como. Gótica, con una portada interesante. Su interior es de un interés relativo, pero la plaza vale la pena, con edificios atractivos y el antiguo ayuntamiento, el Broleto, bajo cuyas arcadas se refugiaba un pequeño mercado de artesanos, productos ecológicos, etc. De la plaza del Duomo a la de San Fedele, donde había otro pequeño mercadillo de arte. El centro de Como es el de una antigua ciudad medieval y es agradable de pasear, además de que tiene un comercio muy activo. Es fácil llegar a la Torre de la Ciudad, una antigua torre de la muralla en la que paneles y pinturas muestran algunos hitos de la historia. Allí, y ya extramuros, un mercado de ropas, tan vulgar como cualquier otro de cualquier ciudad.

San Abbondio

Subiendo hacia las vías del tren se llega enseguida a San Abbondio, de claro estilo lombardo, dedicada al patrono de la ciudad. Cae a desmano, aunque muy próxima, y es muy atractiva tanto por su arquitectura como por sus pinturas y un sepulcro, de San Abbondio naturalmente.

Comimos en el Cube, cerca del hotel y del lago, en un jardín tranquilo. Sin nada que señalar, comimos aceptablemente.


Y a la tarde a Villa Olmo, a visitar a los Brueghel. Villa Olmo es una mansión a orillas del lago. Propiedad de la Comuna de Como, es el lugar donde se celebran las grandes exhibiciones artísticas. Se llega a ella dando un paseo por el lago, pasando por distintas villas, algunas de ellas oficiales y otras privadas, algunas con embarcadero propio más o menso conservado. Villa Olmo es impresionante, un enorme edificio que se abre a un jardín con su fuente y que acaba en las aguas del lago. La pena es que llovía y apenas lo disfrutamos. Os sugiero que entréis en su web.

Y en Villa Olmo la exposición “La dinastía Brueghel”, que presentan del 24 de marzo al 29 de julio. Algo más de 100 obras de los Brueghel y su círculo familiar, y “Los siete pecados capitales” del Bosco. La variedad de temas la hace entretenida. Por cierto, no tenían ningún empacho en copiarse no solo los temas, sino la estructura completa de un cuadro. La exposición es fácil de visitar, y si se quiere descansar y no llueve, la orilla del lago ayuda mucho.

Intentamos el Ristorante Sociale (al lado del Teatro Sociale y junto a la antigua casa del fascismo) donde un amable encargado nos informó de que no teníamos ya sitio y, cuando le pedimos consejo, nos envió a L'Angolo del Silenzio, todo ello en un perfecto castellano. En el Angolo disfruté como un niño. En primer lugar me pusieron pan sin gluten y me atendieron con todo cuidado. Es un restaurante de un cierto nivel, donde comimos tartar de salmón y lubina , arroz con fungi porcini y una insalata de conejo y fungi, con el consiguiente vino blanco y agua, por 52 euros. Un precio muy interesante dada la categoría del local y la calidad de los platos, todos ellos muy satisfactorios. Lo que me falló es el postre, así que me tuve que conformar con un cortado.



lunes, 23 de abril de 2012

Día 6 de abril. Viaje a Como, hotel Park Meublé y el café restaurante Ratafiá



Easyjet marca algunas diferencias con Ryanair. Por ejemplo el equipaje de mano no tiene límite de peso si no supera las dimensiones obligadas y, desde luego, uno no se siente tan presionado por el personal. En nuestro vuelo han ofrecido algo que parece que es habitual, si enviabas tu equipaje de mano a la bodega te daban prioridad para subir. Así que, como facturábamos una maleta y en todo caso había que esperar para recogerla en la llegada, hemos utilizado la oferta. La llegada a Malpensa muy puntual, a la terminal 2. La estación de tren está en la terminal 1, así que hay que coger un shuttle que va de la 1 a la 2.

Compramos los billetes hasta Como siguiendo las indicaciones de la taquillera, atenta y eficaz. En este viaje hemos encontrado a los italianos bastante amables, más que en otras ocasiones. ¿Será que la crisis nos hace sentirnos más próximos a los demás?. En cualquier caso, lección para ir en tren en Italia: Cuando en los trenes ponen directo a … no quiere decir que no pare en estaciones intermedias, sino que van por una vía directa, sin darse una vuelta por los cerros de Úbeda. Enlace milimétrico en Saronno y finalmente estación de Como Nord. No hay taxis, pero tanto la estación como el hotel son céntricos, y apetece un paseo de no más de 500 metros con buena noche.
El hotel Park Meublé (de nombre sugerente pero que en realidad es un establecimiento muy serio) aceptable-bueno en sus habitaciones y con personal atento. En el desayuno no hay nada específico preparado para celiacos pero hay tortitas de maiz que, con mantequilla y mermelada, son una buena alternativa. Fruta, algo de embutidos, huevos revueltos,… lo clásico. Creo recordar que dos noches con desayuno han sido 240 euros. Nos ha parecido correcto

Y como ya era tarde cenamos enfrente, en el Ratafiá. Un bar-restaurante joven, con platos correctos sin más pero con cócteles de lo más llamativos. Público joven. La cena salió por 33 euros, pero ya se sabe que nosotros comemos poco.