Cuando estás en Logroño y enfilas la calle del Laurel desde el Mercado, dispuesto a tomarte unos cuantos pinchos, y cuando ya estés harto de -como buen celiaco- bolsas de patatas fritas, pinchos de tortilla y poca cosa más, llegarás al final de la calle, ya en la travesía que la cierra, al Blanco y Negro, paraiso de los pinchos para un buen celiaco.
Prácticamente todo lo que tienen te lo pueden servir sin gluten, y el minibocadillo de pimiento con bacalao (le llamán "matrimonio") está buenísimo.
El local mantiene el tono con lo que es la zona, está limpio, bien atendido y con buena oferta.
Tiene una web con música y todo, donde explica su oferta:
http://barblancoynegro.es/
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