jueves, 19 de noviembre de 2009

Restaurante El Goloso, en Pamplona


El Obrador es una pastelería conocida en todo Pamplona regentada por Alfredo Ansa, discipulo de Paco Torreblanca (ver el enlace, vale la pena). Torreblanca es considerado uno de los grandes pasteleros a nivel mundial, y Ansa realiza sus elaboraciones con el mismo estilo: una presencia extraordinariamente cuidada y unos sabores poco sutiles para mi gusto, posiblemente por conseguir la belleza estética. Eso no cuestiona su valia, bien reconocida, sino mi gusto. Precisamente esta larga introducción tiene como objetivo recordar a los pamploneses la valía de esta pastelería.

Pero esta entrada es para hablar de El Goloso, el bar-de-tapas-raciones-restaurante que han abierto junto al local de la calle Aoiz.

El Goloso es un local moderno, muy moderno, con una estética muy agradable e informal y un servicio muy atento. Está teniendo un gran éxito y es imposible conseguir mesa sin reservar. Su éxito se basa en unos productos muy bien elaborados y presentados, en raciones o platos a precios muy razonables.

Totalmente recomendable, atienden muy bien a los celiacos, con postres específicos y platos señalados en la carta.

Escalibada con atún, fundido de quesos, cebolla asada, helado de avellana, 2 copas de vino blanco y dos aguas fueron 20.30 euros.

Pamplona C/Aoiz 12 31004 Pamplona Tel 948 153 158

(la imagen no tiene que ver con el local, pero es de Pamplona)

martes, 10 de noviembre de 2009

Pekín día 16. La vuelta y una noche forzada en Helsinki


Esta entrada es muy corta. El vuelo salió con mucho retraso y tuvimos que hacer noche en Helsinki. Pongo unas fotos del aeropuerto y cierro el viaje.
Hemos disfrutado de 14 días en Pekín y 2 de viaje sin conocer el mandarín, entendiéndonos con dificultades con los amables chinos, y hemos conocido una cultura que arranca de hace más de 20 siglos pero que ahora está en una evolución vertiginosa.

Pekín día 15. De compras. Algunas estrategias. La honradez de los taxistas.


Hoy por la mañana han marchado nuestros amigos, que van a pasar unos días en Sanghai.
Y nosotros como ya hemos hecho mucha visita hemos dejado este día para las compras, incluyendo maletas nuevas, unos cuantos relojes y mil cosas más.
Fuimos a Sanlitun, porque además teníamos que recoger los trajes, y ya compramos todo.
No somos ningunos expertos pero una buena técnica es ir en pareja. Se ofrece por ejemplo una sexta parte, o una octava. Uno de los dos (yo en nuestro caso) se hace el despistado, mira otras cosas, tontea y de vez en cuando se acerca, pregunta como va y cuando se lo dicen expresa, educadamente, su hilaridad por lo desmesurado del precio. El siguiente paso es irse, y esperar a que “¡amigo, amigo!” te llamen para ajustarlo. Y dos cosas:
- No estamos abusando de ellos, ganan dinero con la venta. Otra cosa son las condiciones de los vendedores, por eso se les debe tratar con total respeto y simpatía. Pasan allí todo el día, 12 horas, y cuando les hablamos de vacaciones se rieron, no tienen.
- En la vorágine de la negociación, con la calculadora echando humo, debemos tener siempre presente el cambio en euros y su valor en España, porque a veces pagas lo mismo que pagarías aquí.
Finalmente que nadie espere buenos productos. Quizás la ropa sea aceptable, aunque aquí tenemos cadenas que tiene ropa más segura a precio solo algo más caro, y allí lo barato no es precisamente lo que está a la última moda, aunque la gente iba loca buscando las camisetas más “in”. Los relojes pueden ser un ejemplo; cuando se abre la tapa se ve una maquinaria de reloj de mercadillo, aunque la apariencia sea tan espectacular casi como en los originales. Incluso en un frasco de perfume que compramos en las tiendas del aeropuerto, precio europeo, se estropeó al segundo día el pulsador. Seguro que hay personas que han comprado maravillas, pero no es lo habitual. Hay que ir a comprar para divertirse, comprar algún recuerdo, si se quiere algo de ropa, y sobretodo por ver el espectáculo.
Cargamos todas las compras en las maletas que compramos y volvimos a casa en taxi. Cuando llegamos pagamos la carrera y nos fuimos hacia casa, y 10 minutos más tarde nos dimos cuenta de que habíamos dejado las maletas en el taxi. Volvimos corriendo donde nos había dejado y el taxi, que estaba detenido a unos metros, se acercó y el taxista nos entregó las maletas. Malas lenguas dicen que es porque el robo está castigado con penas muy fuertes. Yo prefiero creer que son honrados.
Tarde de preparar maletas, comprobar los pesos, y a dormir.

Pekin día 14. A la muralla y a las tumbas Ming.











Para completar el tour turístico de lo más famoso hoy vamos a visitar la Gran Muralla y las tumbas Ming.
La Gran Muralla tiene muchos tramos visitables. Los más frecuentados desde Pekín son Badaling y Mutianyu. Para visitar la Muralla hay que contar con que es una construcción defensiva, y por lo tanto recorría las crestas de los montes. Quiero decir que subir puede ser una paliza, y recorrerla puede hacerse duro o al menos cansado. Por eso hemos elegido Mutianyu porque desde el aparcamiento tiene un telesilla que te sube.
Está a 90 kilómetros por lo que hay que buscarse trasporte. Hay la opción autobús turístico, que se contrata en la esquina suroeste de la plaza de Tiananmen (lo hemos citado en la entrada Pekín día 2) y que vale 150 yuanes por persona, incluyendo las tumbas Ming y las visitas a las factorías de productos turísticos. Pero como nosotros somos 4 hemos preferido la opción limusina, que sale a 600 yuanes por todo el día de llevarte donde quieras ir, en este caso a la Muralla y las tumbas. En primer lugar hemos probado el taxi, pero al taxista no se le veía nada entusiasmado de pasar el día con nosotros, así que nos hemos decantado por la limusina, que además pedía el mismo precio. Las limusinas están en las puertas de todos los hoteles y supongo que en más sitios.
Así que, una vez acordado todo con el conductor nos vamos para allá y después de casi una hora por autopistas y buenas carreteras llegamos a Mutianyu. El acceso es a través de una calle con vendedores de souvenirs, frutas, paraguas, etc. Y allí eliges telesilla o teleférico y si bajarás por el mismo camino o por un tobogán gigante, de 1500 metros de recorrido. La Muralla tiene en ese tramo unos 2500 metros, que no hay que recorrer todos. Subimos en telesilla, triscamos por escaleras infernales (hasta el punto que podías a veces ayudarte con las manos), recorrimos varias atalayas y disfrutamos de unas vistas espléndidas, y de conocer una construcción mítica, donde te haces cruces de las condiciones de vida de sus guardianes.
La bajada la hicimos en el tobogán. Es un tobogán normal, donde te deslizas sentado en una plataforma que lleva un regulador de velocidad pero que es “a lo china”, de kilómetro y medio.
Despues a las tumbas Ming. Nuestro conductor no parecía muy avezado y dimos algunas vueltas, así que llegamos a la tarde y solo hemos visitado una, la de Dang Ling. A través de un parque en una ladera, con miradores, torres, laguitos, etcétera, llagas a una construcción subterránea y bajas a la impresionante galería mortuoria. Y allí acabas de entender porque se creían dioses. Una enorme cámara, mármoles, estelas, y recuerdos de las riquezas con que se enterraban Salimos hacia la Via Sacra (el coche te puede dejar en un extremo y recogerte en otro) que es la vía de acceso a toda el área donde se situaban las tumbas y que está flanqueada por estatuas de animales. Así que el emperador vivía en la Ciudad Prohibida, viajaba a visitar su tumba y para eso pasaba a través de la Vía Sacra, comprobaba la grandiosidad de su futura tumba y se creía un dios, solo que mortal.
Y después ya para Beijing. Llegamos en pleno atasco y nos costó hora y media llegar a Sanlitung, a probarnos los trajes que habíamos comprado el día anterior. Mas compras y cena en Tairyo, una cadena Japonesa que sirve Teppanyaki. Es precio único, 168 yuanes, eliges lo que quieres comer y lo que quieres beber, y un cocinero te lo va haciendo delante de ti en la plancha. Servicio muy atento y muy facilitador. Vale la pena. La web es http://www.tairyo.cn/ pero es facilísimo de localizar, esta en el edificio que queda enfrente de la puerta este del estadio de los trabajadores (había partido de fútbol, por cierto).

lunes, 9 de noviembre de 2009

Pekin día 13. Por fin la Ciudad Prohibida
















Hemos empezado el día con la visita a la Ciudad Prohibida, Museo del Palacio según la nomenclatura oficial. Zou Enlahai la salvo de la banda de los cuatro permitiendo que haya llegado hasta nuestros días. Es el centro de la cultura y del turismo chino, y algunas estimaciones cifran en 50.000 visitantes día, chinos en su gran mayoría.
De lo que si que doy fe es de que cuando nosotros hemos estado éramos unos de esos 50.000. La impresión es la ya habitual: miles de chinos y algunos extranjeros (aquí más).
Una buena visita virtual se puede hacer desde la página oficial en inglés http://newweb.dpm.org.cn/shtml/2/@/8797.html o dándose una vuelta por la wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Ciudad_Prohibida
Su estructura es la habitual, puertas, explanadas y salas, pero en otra dimensión más grandiosa. Desde luego es un lugar grandioso. Y desde luego sentarse en esos tronos, ver esas explanadas llenas de gente a su servicio, tener poder sobre vidas y haciendas y todo eso mamarlo desde niño, puede justificar que el emperador se sintiera dios.
Y de alli a comer al Beijing Dadong Roast Duck, en Dongchen (parece que hay varios) con un chef que seguro que tiene estrellas michelin y que sirve el que se considera el mejor pato, mejor que los quanjude, que son los más publicitados. Caro para aquí, barato para allí, y el pato muy bueno, así como los entrantes que hemos pedido. Acaban la comida con un sorbete de maíz, difícil de tomar y un plato con frutas. Servicio aceptable y lavabos excepcionales para la zona y muy buenos para Europa. Tres entrantes, un pato para 4 (queda un poco escaso), 5 cervezas y una cocacola, con el sorbete y la fruta que van incluidos, menos de 600 yuanes.
Despues de comer compras en Sanlitun. Me compro un traje y dejo a los demás de compras mientras me voy a tomar un café a Starboucks. Un tipo me hace un retrato y se queda media hora hablándome, hasta que le convenzo de que no le entiendo nada.
De allí al lago, cena en la orilla, muy agradable, y ultimas compras en Xandai Xie Jie, que cerramos prácticamente nosotros.





Taxi y a casa.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Pekín día 12. Llegan los amigos y vamos a la opera china
















Esta mañana a la una han llegado nuestros amigos, pero no hemos podido ir a recibirlos al aeropuerto porque teníamos la visita del medico de medicina tradicional china.
Ha sido un poco fiascos. La medicina tradicional china no trata muchos procesos, ya que los remite a la utilización de medicamentos. En cuanto a sus posibilidades diagnosticas supongo que ya no quedan médicos que te toman le pulso durante media hora. Ahora si se tienes parestesias en los dedos de los pies indican radiografía o resonancia de la región lumbar. En cuanto a sus posibilidades terapéuticas se limitan a decocciones o manipulaciones de tipo osteopatía.
Luego ya han llegado los amigos, hemos comido en casa un arroz que he preparado con verduras y unas setas picantes, siesta y a recorrer la ciudad.
Hemos ido al Liuchan Theatre para ver opera tradicional. Ya decía la guía que era turístico, y el teatro no engañaba, esta en el hall de un hotel de precios europeos (tres cervezas y un café con leche 160 yuanes). Al entrar se puede ver el proceso de maquillaje de los actores. Empieza el espectáculo con una pequeña obertura por parte de la orquesta de 7 miembros, se sigue de una pieza de 20 minutos sobre una mujer que va a buscar a su amado y la lleva un barquero, y después la pieza fuerte, aparece Buda y se queja del rey mono, a quien van a buscar para castigarlo 18 guerreros. La siguiente media hora es el rey mono haciendo acrobacias guerreras con los 18 guerreros. Nada del otro mundo. Cualquier acróbata callejero lo hace igual. Además el publico, chino en su gran mayoría, ha seguido el espectáculo con gran formalidad, sin el barullo que debería acompañar una representación teatral según se dice. Total que ha resultado un poco sosito. No lo recomendamos. Y la entrada media nos ha costado 280 yuanes, para que luego nos quejemos de las entradas al Cirque du Soleil.
Mientras esperábamos para entrar en el teatro hemos ido andando por los hutongs de Quianmen y ha resultado una experiencia muy singular. Fue aquí donde me di cuenta de porque no entendía esta ciudad. Hay tiendas de todo en todas partes, pero son para los chinos, que tienen una vida callejera extraordinaria, compran de todo, se masajean, etc. De los hutongs hemos salido a Tianammen, y la hemos contemplado desde una esquina.
Después del teatro taxi a Sanlitun, para conocer el centro comercial, y cena en el Bocata. Y a casa, que los amigos notan el jetlag.

Pekín dia 11. La zona de Liulichang Xijie y Liulichang Donglie. Caligrafia y pintura china.




Ya vamos tomándonos las cosas con mucha más calma, y hoy solo hemos hecho una visita a Liuchang, una calle de galerías y tiendas de caligrafía y pintura tradicionales. Algunas de las tiendas son recomendables, pero difíciles de explicar donde están porque sus tarjetas están en mandarin y sus webs tambien. Como fuimos en metro, bajamos en Hepingmen y bajamos hacia el sur por la calle Narxinjua Xie hasta llegar a Liulichan, que se cruza. La del este es Xijie y hay hemos estado en la primera tienda entrando ala izda de la calle. Es una tienda de material para caligrafía, grabado, pintura, sellos, etc. Los materiales que venden son serios, no como los de los centros comerciales, y son tan baratos o mas. Su web, por si tenéis interés, es www.zgsd.net pero yo no encuentro el botón de traducción al ingles en toda la pagina.
En esa misma calle, mas adelante a la derecha, bajo un rotulo de Cathai bookstore (que no esta ahí, pero si su rotulo) hay una galería con obras muy buenas, que pueden llegar a valer mas de 100.000 euros. Me han gustado dos retratos con unas expresiones muy logradas, pero mi presupuesto no esta para esas alegrías. Hay, mezclados, galerías serias, tiendas que venden obra menor y caligrafías baratas, algunos anticuarios y (supongo por los precios) pseudoanticuarios, etc.
En el lado oeste, Donglie, solo hemos entrado en una, que entregaba su tarjeta como LAI XUN GE, Cathay Bookshop, donde hemos comprado un par de cuadernos para aprendizaje, con unas laminas muy graciosas. De todas formas entrando en Cathay Bookshop Pekin salen resultados interesante en google que lo explican mucho mejor
Así que para comprar caligrafías o cuadros mas serios o el típico material de tinta, tintero, sello y tinta roja, pinceles etc, mucho mejor y mas serio aquí que en otra parte.
Luego nos hemos ido a comer-cenar (eran las 5) a la zona de Sanlitun, al Bocata. Bien, ensaladas y patatas fritas que llevan fama aquí. Sin mas y a precio casi europeo, pero un descanso después de una sesión de compras y visitas.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Pekín día 10. El distrito 786 y el East Shore live jazz











Después de nuestra espectacular llegada a casa en la limusina de nuestras compañeras de cabina, descansamos un poquito y nos fuimos a una visita que nos parecía muy interesante a priori, y que no nos defraudó: el distrito 786.
Se trata de unas antiguas instalaciones industriales, que incluyen incluso la estación de tren restaurada, ocupada exclusivamente por galerias de arte moderno, bares y restaurantes y tiendas a la última. Decenas y decenas de galerías con propuestas de todo tipo, desde revival comunista maoísta o interpretaciones más o menos desenfadas de esa época hasta las propuestas más rompedoras y mejor producidas. Hay que destacar sin duda el UCCA, Ullens Centeer for Contemporary Art, una galería creada por los esposos Ullens para dar cabida a lo mejor del arte chino actual. En el momento en el que la visitamos tenía 4 exposiciones, todas ellas interesantes y de alta calidad formal. Pasamos la mañana, comimos algo (los precios son europeos), nos cansamos de deambular entre piezas artísticas y volvimos a casa a descansar.
A la tarde devolvimos, sin problema, dos reloges que no funcionaban bien. Los relojes hay que comprobarlos antes de volver a España, ya que son de muy mala calidad. Los hay de cuerda (no gira el segundero o no lo hay) y de pila. Se pueden distinguir además porque al girar la corona del de cuerda se nota el paso de los dientes. Y si alguien duda de mi afirmación a propósito de los relojes le sugiero que abra uno para ver el mecanismo.
Del mercado nos fuimos a buscar el teatro de la opera Zhenguici pero esta ba cerrado (la Lonely falla bastante), y como esta cerca echamos un vistazo a la zona de Liulichan, anticuarios y artes graficas, pero todo estaba ya cerrado.
Volvemos al lago Qianhay, cenamos en una terraza, muy agradable.Y a las 10,30 a oir jazz al East Shore live jazz, muy bien, Tiene actuaciones de jueves a domingo, a las 10. No se paga entrada y las bebidas están bien de precio. El grupo muy bueno, El saxo es el dueño del local. Podéis encontrar mas información buscando East Shore LiveJazz Pekin, pero no he encontrado web propia.
Taxi y a casa.

martes, 3 de noviembre de 2009

Pekín día 9. Xian. La hospitalidad china
















Llegamos a Xian a las 9.30. Otra estación atestada y con mil ofertas para ir a visitar los guerreros. Como ya nos las sabemos, salimos y después de tomar un café en un Mc Donals donde la gente toma sus fideos, y de conseguir un plano en pinyin en una agencia de viajes, un taxi nos lleva hasta la excavaciones (están a 50 kilometros, nos cuesta 74 yuanes mas los peajes de ida y vuelta, total 95 yuanes, 9 euros).
La visita está muy bien montada. Tras el aparcamiento están las taquillas. Una vez pasado el acceso se camina por una calle de puestos de recuerdos turísticos y de comidas, y se llega a los 3 edificios que protegen las excavaciones. Somos algunos visitantes extranjeros (expatriados en su lenguaje) y sigue habiendo muchísimos visitantes chinos.
La visita a los guerreros es muy interesante. El edificio que mostramos en las fotografías, la zona 1, es desde luego espectacular. Los otros dos edificios tienen menos importancia arqueológica pero lo compensan con tiendas, fotografías o figuras que explican la importancia de lo hallado. Cualquier prohibición de hacer fotos es puramente anecdótica. Supongo que se refiera a hacer un reportaje profesional porque a los demás nos dejan, con o sin flash. No nos extendemos en los aspectos turísticos, os remitimos a los enlaces de la entrada “Pekín día 1”
A la salida volvimos a Xian en el 306, autobús Estación de Xain-Guerreros, 16 yuanes por los dos. Bajamos antes del final porque hay un mercado de zapatos mutitudinario, con cientos de puestos donde además de vender a particulares deben de proveerse de mercancía los zapateros de media China. Caminamos entre la gente hasta llegar a la muralla, algunas personas hacen ejercicio (siempre, en todos los parques, alguien hace ejercicios).
Comida en un restaurante de “Caldero Caliente”, una cadena que tiene web, http://www.haidilaohuoguo.com/. Eliges un caldo, eliges lo que vas a echar al caldo y comerte una vez hervido, eliges las salsas y te traen un enorme barreño de caldo hirviendo, que se mantiene hirviendo con un hornillo en la mesa, donde introduces lo que vas a comer, lo recuperas y lo aliñas con tus salsas. Como si no vas avisado no entiendes nada, un camarero pasó toda la comida con nosotros enseñándonos y haciendo, la amabilidad es extrema.
Xian es una ciudad con sus encantos propios, además de los guerreros, así que tras la comida dimosun paseo bajo una fina lluvia hasta las torres de la campana y el tambor. No llegamos a la Gran Mezquita por falta de tiempo, así que tomamos un motocarrotaxi pequeño y decrépito que nos llevó infringiendo todas las normas de trafico y de prudencia que existe, y alguna mas, hasta la estación. Fue emocionante, con cruces de lado a lado de las grandes avenidas, pasos por delante de quienes venían en sentido contrario,…40 yuanes por el trayecto (en taxi menos de 20, pero no se veían) y las emociones incluidas en el precio.
A la vuelta, en cabina con 4 literas, entablamos algo parecido a una conversación con las dos mujeres que venían. Eran funcionarias de Educhina, una organización que parece dedicarse a apoyo a la educación. Sin más, nos regalan una marioneta de sombras muy bien preparada, fueron a buscan dos estudiantes con algún conocimiento de inglés que iban con ellas y estuvimos dos horas hablando. (las ceremonias inaugurales de los juegos olímpicos de Barcelona y Pekín son un buen tema de conversación). Cuando les informamos de que teníamos cierto interés en visitar el “hombre de Pekín” rápidamente insistieron en montar un viaje con un traductor para llevarnos a verlo, pero como no les aseguramos que fuéramos a hacer esa excursión insistieron en, al menos, llevarnos a casa en su coche desde la estación. Finalmente nos fuimos todos a dormir. Dormimos bien, pero las literas son duras.Y al llegar a Pekín un Buik enorme y recién salido de fábrica, con detalles de madera de brezo en el salpicadero, asientos de cuero y cualquier otro detalle que pudiera pedírsele, nos estaba esperando y nos llevó por fin a casa.